Elecciones en un mundo de pandemia

Elecciones en un mundo de pandemia

Juntos por el Cambio aceptó posponer un mes la realización de las PASO y las elecciones generales, en el marco de la pandemia. En el comunicado, solicitan la inclusión de una cláusula que bloquee cualquier otro intento de modificar el calendario electoral.

Con la pandemia como argumento principal, el gobierno nacional propuso que las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) se realicen en septiembre y las generales en noviembre. Es decir, un mes después de lo previsto en el cronograma electoral. Esta postergación necesitaría mucho más que un consenso político amplio: deben garantizar que las intenciones del gobierno no sean otras.

Desde el año pasado se barajan posibles modificaciones del calendario electoral. En principio se habló de la suspensión de las PASO; luego, de que se unifiquen con las generales; y ahora, la postergación de las mismas es un hecho. Esta última opción era la única que podía tener consenso entre los opositores.

El principal espacio opositor pedirá que el proyecto de ley incorpore una cláusula cerrojo que deje en claro que no se podrá volver a modificar el calendario electoral de 2021. De esta manera, buscan garantizar que las PASO se realicen.

De acuerdo al borrador que el gobierno dio a conocer, se modificaría la fecha por única vez y se establecería como nueva fecha la del segundo domingo del mes de septiembre (12/9) para las PASO y el segundo domingo de noviembre (14/11) para las generales. 

Ya son cinco las provincias con calendario electoral propio: Salta, Corrientes, Santiago del Estero, Misiones y Jujuy. 

Elecciones en pandemia

Con 38 años de vida democrática ininterrumpida y ante una situación mundial que pone en jaque todos los ámbitos de la vida cotidiana, es importante evaluar alternativas en pos de lograr una elección que cumpla con las medidas sanitarias de seguridad y transparencia que serán necesarias implementar, en el marco del respeto por los derechos políticos consagrados.

Las secuelas de la pandemia, las altas posibilidades de contagio con la interacción humana, el riesgo de muerte y la aplicación de las medidas restrictivas ponen serias dificultades en la organización de los procesos electorales, por lo que deben analizarse alternativas democráticas para que no se vea lesionada la legitimidad de los gobernantes, las transiciones democráticas, la alternancia de las autoridades y la duración de los periodos de gobierno.

El COVID ha impactado fuertemente a la población y a las instituciones de la región. Las elecciones no son la excepción. Varios países han adoptado medidas para resguardar la salud de sus habitantes, debiendo posponer procesos electorales programados originalmente para el primer semestre de 2020.

Lo anterior es solo uno de los tantos efectos que ha generado la propagación del coronavirus durante los últimos meses. Por ello, las acciones y decisiones que se adopten en materia electoral en respuesta a esta situación, requieren del compromiso del sistema político para resguardar la continuidad de los procesos democráticos.

Desde marzo 2020 hasta enero 2021, el 54,4% de los países en el mundo celebró su calendario electoral según lo programado (el proceso electoral se llevó a cabo en la fecha programada originalmente) a pesar de la situación relacionada con el COVID-19. El 32,6% pospuso su calendario electoral pero luego llevaron a cabo las elecciones (el proceso electoral se pospuso y luego se llevó a cabo). Solo el 9,3% pospuso y reprogramó los calendarios electorales (el proceso electoral se pospuso y ha sido reprogramado para una fecha en el futuro) y el 3,7% de los países pospuso sin reprogramar aún (se aplazó el proceso electoral y no se le ha dado un fecha recién programada). (1)

En el continente americano, algunos países como Bolivia, Chile, República Dominicana y Uruguay agendaron nuevas fechas para sus procesos. Otros procedieron de acuerdo a lo programado, como Guyana, Suriname y St. Kitts y Nieves. Otros Estados se encuentran preparando elecciones tomando en cuenta el nuevo contexto. Asimismo, a nivel mundial también se han dado diversas definiciones respecto a la celebración, suspensión o postergación de las elecciones.

Más allá de las decisiones adoptadas, se debe reconocer que no existe el riesgo cero. Las autoridades deben ser conscientes de que el principal riesgo de una elección es que se convierta en una oportunidad de amplificación de la propagación de la COVID-19 en el país. Por ello, los Estados y los órganos electorales tienen una enorme responsabilidad. La pandemia implica una redefinición de todos los procedimientos y protocolos del proceso electoral, ante el riesgo de propagación del coronavirus hacia los ciudadanos.

Durante el primer semestre de 2020, frente a la incertidumbre que generó la pandemia, varios países decidieron suspender y posponer sus elecciones. De todas maneras, se llevaron a cabo elecciones en distintos países del mundo: Israel, Francia, República Dominicana, República de Guinea, Corea del Sur, Surinam y San Cristóbal y Nieves, entre otros. En la segunda mitad del año pasado, muchos países retomaron sus calendarios electorales en las elecciones de la región: Uruguay, Bolivia, Chile, Belice, Brasil y Venezuela. Se observó que (2):

  • En casi la totalidad de los procesos electorales, la participación electoral ha sufrido una disminución de moderada a importante. Siendo la excepción los países que cuentan en su normativa con la figura de voto anticipado o bien implementaron metodologías de padrones diferenciados.
  • – En los procesos electorales relevados y pese a la marcada disminución en la participación de electores, no fue cuestionado el porcentaje de participación electoral, tanto por parte de las fuerzas políticas, organismos estatales u observadores internacionales.
  • – En cuanto a la relación de la curva de casos COVID y elecciones, no se observa una relación directa entre jornada electoral y el incremento/disminución de casos de contagio. Siendo las variaciones más factibles de asociar con los procesos propios del manejo de la pandemia en cada uno de los países.

En líneas generales, se sostiene que los próximos procesos electorales deberán revisar las experiencias del 2020 para tomar buenas prácticas y trabajar en la comunicación con la ciudadanía, así como profundizar la capacitación de las personas que van a cumplir un rol en el proceso electoral. 

Los nuevos tiempos requieren que los órganos electorales trabajen conjuntamente con los partidos políticos, los medios de comunicación y la ciudadanía en general para fomentar procesos electorales democráticos y transparentes que brinden a todas las personas seguridad a la hora de ir a ejercer su derecho al voto.

En los próximos meses de 2021 hay elecciones legislativas en Argentina y México, parlamentarias en Alemania y Holanda, ballotage presidencial en Perú, entre otras, que tomarán como referencia las elecciones del último año.

Referencias

1) https://www.idea.int/news-media/multimedia-reports/global-overview-covid-19-impact-elections

2) https://www.copppal.org/wp-content/uploads/2020/07/inf-comp-elec-t-de-pandemia_-com.pdf

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