Educación en jaque

Educación en jaque

Un informe de INECO y UNICEF revela que los daños causados por la crisis inusual superan lo académico y afectan a la vida social, emocional y psicológica de los niños y adolescentes en etapas educativas.

La pandemia del COVID 19 sigue teniendo un impacto profundo en la salud global. Como consecuencia de estos cambios abruptos y extendidos, en la mayoría de los países afectados se han observado impactos de tipo emocional en la población en general, y en ciertos grupos en particular. Un sector de la población que sufre especialmente los efectos de estos cambios en el comportamiento son los/as adolescentes. El reciente informe llevado a cabo por la Fundación INECO con apoyo del BID, pone de manifiesto que este grupo etario se encuentra entre las poblaciones que presentan mayores sentimientos de soledad, decaimiento anímico y ansiedad. Estos escenarios pueden verse aún más afectados en contextos socioeconómicos vulnerables. 

Los resultados de la Encuesta Salud Integral Adolescente[1] a jóvenes entre 13 y 20 años de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires mostraron que entre el 60/70% de los/as adolescentes encuestados refirieron síntomas frecuentes de ánimo y ansiedad, sentimientos de soledad y baja satisfacción con la vida. Este estudio arrojó que las adolescentes mujeres son las que se sienten más afectadas en comparación con el resto de los grupos.

El análisis estima que existe una asociación entre autoestima y satisfacción con la vida, donde una mayor satisfacción con la vida se asocia con una mayor frecuencia de síntomas del ánimo, y que la ansiedad y el desánimo están relacionados con la dificultad para hacer frente a la cuarentena. Además, la ansiedad presenta una asociación negativa con la autoestima, es decir, a menor autoestima, mayor grado de ansiedad.

Por otro lado, la mayoría de los/as adolescentes respondieron que entre las principales expectativas de la salida de la cuarentena está la de encontrarse con amigos, volver a la escuela y/o la facultad, ver a familiares y retomar otras actividades, entre las que se cuenta el ejercicio físico. Interesantemente, dentro del porcentaje de jóvenes que refirieron temor por volver a la escuela, un alto porcentaje manifestó preocupación por no poder recuperar el ritmo o por no saber cómo van a ser evaluados para aprobar las materias.

Principales hallazgos

  • – El contexto generado por el COVID-19 afecta de manera notoria el estado emocional y el estilo de vida de los/as adolescentes porteñas.
  • – Los/as adolescentes reportaron la presencia de sintomatologías emocionales frecuentes (ansiedad, desánimo y sentimientos de soledad) en un porcentaje amplio de la muestra con impacto en el grado de satisfacción con la vida.
  • – Las adolescentes mujeres fueron las que se sintieron mayormente afectadas.
  • – Las principales expectativas de la salida de la cuarentena fueron encontrarse con amigos, volver a la escuela y/o la facultad, ver a familiares y retomar otras actividades extra académicas.
  • – Algunos jóvenes manifestaron temor al retorno escolar y gran parte de ellos se refirió al miedo de no poder recuperar el ritmo o preocupación por la modalidad de evaluación académica.
  • – Existe una importante necesidad de los/as adolescentes de ser escuchados/as por las autoridades gubernamentales. La gran mayoría está dispuesta a participar de distintos tipos de actividades para hablar.

Nos enfrentamos a la peor crisis educativa de la historia, el COVID ha destruido casi todos los aspectos de la vida. Lamentablemente, los niños y adolescentes se han convertido en las mayores víctimas ocultas de esta epidemia. Con la educación en jaque y el cierre de las escuelas, perdieron algo más que solo la presencialidad: perdieron, también, el contacto con sus pares, su autonomía y libertad. 


[1] https://www.fundacionineco.org/wp-content/uploads/Informe-Salud-Emocional-Adolescentes.pdf

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