El desafío de la pobreza en Argentina

El desafío de la pobreza en Argentina

Las medidas económicas llevadas a cabo por el gobierno nacional son meramente paliativas si la actividad económica no logra recuperarse rápidamente y absorber a toda la población desempleada.

El pasado 31 de marzo se publicó el índice de pobreza del INDEC: llegó al 42% durante el segundo semestre de 2020, un crecimiento de 6,5 puntos porcentuales respecto del mismo período en 2019. La indigencia se ubicó en el 10,5% de la población. 

A partir de los ingresos de los hogares se establece si éstos tienen capacidad de satisfacer -por medio de la compra de bienes y servicios- un conjunto de necesidades alimentarias y no alimentarias consideradas esenciales. El procedimiento parte de utilizar una canasta básica de alimentos (CBA) y ampliarla con la inclusión de bienes y servicios no alimentarios (vestimenta, transporte, educación, salud, etc.) con el fin de obtener el valor de la canasta básica total (CBT). Para calcular la incidencia de la pobreza se analiza la proporción de hogares cuyo ingreso no supera el valor de la CBT; para el caso de la indigencia, la proporción cuyo ingreso no supera la CBA. Entonces un hogar es considerado pobre si su ingreso (esto es, la suma de los ingresos que reciben todos los miembros del hogar) resulta menor que la “línea de pobreza”. Este último es un concepto normativo pues representa el valor de todos los bienes y servicios que se consideran necesarios para que el hogar satisfaga las necesidades básicas. 

Según la CEPAL, en América Latina, durante la pandemia en 2020 se incorporaron 22 millones de nuevos pobres. Empeoró también la desigualdad (en la distribución del ingreso expresada en el índice de Gini con base en las encuestas de hogares), las tasas de ocupación y de participación laboral, especialmente de mujeres, debido a la pandemia de COVID-19. 

Fuente INDEC 2021

En Argentina, la tasa de desempleo llegó al 11% en el último trimestre del 2020, con lo cual se redujo levemente en relación al trimestre anterior (11,7%) pero todavía se ubica por encima del del cuarto trimestre 2019 (8,9%).

El desempleo en el segundo trimestre de 2020 fue de 13,1%, un incremento del 10,6% respecto del mismo período del año anterior. Sin embargo, el dato más significativo es el de la caída en la tasa de empleo, que pasó del 42,6% al 33,4% durante el mismo período, combinado con la caída en la tasa de actividad (mide la cantidad de personas que tienen o buscan trabajo activamente en relación a la población total), que pasó de 47,7% a 38,4%. 

Por otro lado, la canasta básica total se incrementó un 2,7% con respecto al mes anterior, acumulando un 42,2% de incremento interanual, mientras la canasta alimentaria un 3,6% en el mismo período. La primera registra un aumento interanual de 42,2% según la información publicada por el INDEC, mientras que la canasta alimentaria lleva un aumento interanual del 46,4%.  

Principales resultados de la incidencia de la pobreza y la indigencia

Según el INDEC, los resultados del segundo semestre de 2020 correspondientes al total de aglomerados urbanos registraron que: 

  • – El porcentaje de hogares por debajo de la línea de pobreza alcanzó el 31,6%; en estos residen el 42,0% de las personas. Además, se distingue un 7,8% de hogares por debajo de la línea de indigencia, que incluyen al 10,5% de las personas
  • – Con respecto al primer semestre de 2020, se registró un aumento de la pobreza (+1,1 puntos porcentuales) mientras que la indigencia se mantuvo en el mismo valor para el conjunto de la población cubierta por el estudio. 

Dado que la incidencia de la pobreza y la indigencia resulta de la capacidad de los hogares de acceder a la canasta básica alimentaria (CBA) y a la canasta básica total (CBT) mediante sus ingresos monetarios, y que la brecha es la distancia entre los ingresos y las canastas, se observó que en el segundo semestre de 2020: 

  • – Las canastas regionales promedio aumentaron 16,5% (CBA) y 16,2% (CBT). 
  • – La suma de ingreso total familiar aumentó un 8,5% con respecto al semestre anterior, por debajo de la suba de las canastas en el período en cuestión, lo que explica el aumento de la tasa de pobreza del conjunto de la población en el promedio del semestre.
  • – El ingreso total familiar promedio de los hogares pobres fue de $29.567, mientras la CBT promedio del mismo grupo de hogares alcanzó los $50.854, por lo que la brecha se ubicó en 41,9%, el valor más alto de la serie por quinto semestre consecutivo. De esta manera, no solo hubo un aumento en la incidencia de pobreza respecto del primer semestre de 2020, sino que la situación de las personas bajo la LP empeoró por la mayor distancia entre sus ingresos y la CBT.   

En cuanto a los grupos de edad según condición de pobreza, se destaca que más de la mitad (57,7%) de las personas de 0 a 14 años son pobres. El porcentaje total de pobres para los grupos de 15 a 29 años y de 30 a 64 años es de 49,2% y 37,2%, respectivamente. La población de 65 años y más se ubica en un 11,9% bajo la LP.

Las mayores incidencias de la pobreza en personas se observaron en las regiones Gran Buenos Aires (GBA) y Noreste (NEA); y las menores, en las regiones Pampeana y Patagonia. 

En el GBA –región con mayor cantidad de población– se verificó el valor más alto en la serie por quinto semestre consecutivo.

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