Elecciones no concurrentes en un año electoral

Elecciones no concurrentes en un año electoral

La elección nacional (tanto la presidencial como la de diputados/as y senadores/as nacionales) no es la única que se llevará adelante en el 2023. También están las subnacionales, entre las cuales están las de gobernadores/as. Ahora bien, no todas ellas se realizarán a la par de la elección presidencial (cuando esto sucede se habla de elecciones concurrentes) pues varias provincias han adoptado una fecha diferente. En este sentido, doce provincias ya han elegido sus autoridades en esta primera mitad del año.

En línea con lo anterior cabe destacar que el federalismo argentino permite que las provincias planteen su propio calendario electoral, pudiendo en estos términos establecer una fecha diferente a la nacional para la elección de representantes provinciales y municipales. También cada provincia puede establecer reglas vinculadas a la mayoría necesaria para ganar la elección o la posibilidad de reelección de los/las gobernadores/as. En estos términos este año ha sido particular debido a que la justicia nacional tuvo que intervenir en los procesos subnacionales ante denuncias de “interpretación errónea” (y por tanto inconstitucional) de las reglas electorales en San Juan y Tucumán por parte de las autoridades locales. En ambos casos se ponía en tela de juicio la constitucionalidad de las candidaturas de Uñac (para gobernador en San Juan) y de Manzur (para vice en Tucumán). La denuncia apuntaba a evitar la perpetuación del poder a partir del forzamiento de las reglas de juego por parte de dichos actores. Esta situación derivó en que las elecciones fueran pospuestas unas semanas, aunque sosteniéndose su carácter no concurrente.

Retomando la cuestión de la fecha de la elección, acudir a una elección concurrente o no concurrente es un cálculo estratégico al estilo de “elige tu propia aventura”. La mayoría de las provincias ha decidido acudir por el camino que propone el desacople con la elección nacional. Hasta el momento, doce provincias han elegido sus autoridades. En términos cronológicos estas fueron: Neuquén, Rio Negro, Jujuy, La Rioja, Misiones, Salta, La Pampa, Tierra del Fuego, Tucumán, San Luis, Córdoba y San Juan.

El llevar adelante una elección no concurrente apunta a territorializar la competencia en lugar de nacionalizarla (esto es lo que podría generar una elección concurrente con la presidencial). El realizar esta apuesta expresa la consideración de que “localizar” la elección puede incrementar las expectativas de ganarla. En estos términos, los esfuerzos de la maquinaria partidaria, así como el debate de la agenda competitiva se concentra en la provincia. Adicionalmente, puede pensarse que las provincias oficialistas optaron por este camino también para “despegarse” de la impopularidad actual del gobierno nacional. Es decir, el ser oficialista y competir a la par con un gobierno nacional impopular puede generar un efecto arrastre negativo para los ejecutivos provinciales que aspiran a la continuidad en el poder. Esto nos lleva a un dato adicional que es importante recordar: quienes deciden la fecha de la elección son los ejecutivos provinciales, los cuales siempre apuntarán a ser reelegidos.

Recién se mencionó la idea de generar de parte de las autoridades provinciales una territorialización de la competencia electoral (a partir de elecciones no concurrentes) con el objetivo de mantener el control político de la provincia. Cabe destacar que la mayoría de las provincias mencionadas arriba responden a escenarios de continuidad de una misma fuerza política en el poder durante un periodo prologando. Es decir, son casos donde hace tiempo atrás viene gobernando el mismo sector político y por tanto, la alternancia en el poder no ha sido la regla. Estas son: Córdoba, La Pampa, La Rioja, Neuquén, Misiones, San Juan, San Luis y Tucumán. De los casos mencionados, estas representan el 66,6%.  Si observamos el resto de los casos, en Jujuy y Rio Negro gobierna la misma fuerza política desde 2015 y en Salta y Tierra del Fuego ocurre lo mismo desde 2019.

¿Qué ha ocurrido entonces en estas provincias? en la mayoría de los casos los oficialismos provinciales han obtenido la reelección. Esto indica que el cálculo a favor de la territorialización ha terminado saliendo bien. Únicamente en tres de las doce provincias ha obtenido el triunfo la oposición.

¿Ganó el oficialismo o la oposición?

ProvinciaReelección oficialismo
CórdobaSi
JujuySi
La PampaSi
La RiojaSi
MisionesSi
NeuquénNo
Río NegroSi
SaltaSi
San JuanNo
San LuisNo
Tierra del FuegoSi
TucumánSi

Cabe mencionar que las tres provincias con alternancia, son casos destacables en este sentido ya que se quebraron escenarios de predominio partidario de décadas. Dos de ellos de permanencia de la misma fuerza política desde (al menos) el regreso a la democracia en 1983. Aquí estamos hablando de Neuquén (donde perdió el Movimiento Popular Neuquino) y San Luis (donde el peronismo controlado por los Rodríguez Saá fue derrotado por primera vez en una elección ejecutiva). A estas provincias hay que sumarle San Juan, donde el peronismo gobernaba desde el 2003. En cuanto a las fuerzas políticas que obtuvieron la victoria en estos últimos casos de alternancia, en Neuquén la consiguió Comunidad (agrupación de carácter provincial), mientras que en San Luis y San Juan consiguió el triunfo candidatos vinculados a Juntos por el Cambio.

En relación a lo anterior, el mapa partidario de las provincias que hasta el momento han elegido gobernador queda de esta manera: vinculado al peronismo nacional (La Pampa, La Rioja, Tierra del Fuego y Tucumán); fuerzas provinciales (Córdoba, Misiones, Neuquén, Río Negro y Salta); Juntos por el Cambio (Jujuy, San Juan y San Luis). De esta manera, lo que ha generado la derrota peronista en San Juan y en San Luis es un mayor equilibrio de fuerzas en las gobernaciones provinciales aquí consideradas. Esta situación puede profundizarse con las próximas elecciones donde hay expectativas de alternancia como Buenos Aires, Chaco y Santa Fe. Todas ellas actualmente gobernadas por el peronismo.

Como cierre podemos decir que los ejecutivos han tendido a ser reelegidos a nivel provincial en las elecciones no concurrentes hasta el momento. Sin embargo, se han generado casos de alternancia resonantes. Saliendo del caso provincial por excelencia que es el de Neuquén, lo sucedido en San Juan y San Luis expresa un retroceso del peronismo a nivel provincial y un avance de Juntos por el Cambio en el mismo sentido. Si la expectativa de alternancia en casos como Buenos Aires, Chaco y Santa Fe se confirma en los próximos meses, la pluralidad de fuerzas gobernantes (distribuidas entre las nacionales y las provinciales) en el escenario subnacional podría alcanzar niveles de pluralidad (pero al mismo tiempo de equilibrio) pocas veces visto en la historia argentina.