¿Cómo se usan las PASO? Ventajas y riesgos de competir en las primarias obligatorias.

¿Cómo se usan las PASO? Ventajas y riesgos de competir en las primarias obligatorias.
Por Ignacio Santoro, graduado y docente UBA

Introducción

La ley de Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) fue sancionada en 2009 e incorporada en 2011 como parte del proceso electoral. Sus objetivos eran dos: ordenar la fragmentada oferta electoral y democratizar la forma de elegir candidaturas en los partidos políticos. Estas dos propuestas provenían de diagnosticar un escenario puntual.  De un lado, una alta cantidad de partidos políticos (659 en el orden federal) y cuartos oscuros repletos de boletas y, por otro lado, partidos políticos que elegían a sus candidatos en base a lo establecido en sus cartas orgánicas, alternando entre opciones más democráticas e inclusivas de sus afiliados y adherentes, como las primarias semi abiertas, o bien a partir de la decisión de las cúpulas partidarias (De Luca y Tula, 2011). 

Asimismo, la incorporación de las primarias fue pensada con el objetivo de resolver los conflictos internos de los partidos políticos por dentro de las estructuras partidarias, evitando la competencia “por afuera”. Esta dinámica era recurrente en el peronismo, pero también en el radicalismo, donde frente a discrepancias partidarias o de liderazgos, se creaban desprendimientos partidarios que solían resultar en disidencias momentáneas en el Partido Justicialista y rupturas más prolongadas de la Unión Cívica Radical (Galván, 2011)[1]

Diez años después de su primera implementación, las PASO no se encuentran libres de cuestionamiento. En términos de reducción de la oferta, existen estudios que muestran su éxito en las elecciones generales, especialmente en la formación de alianzas y en los distritos donde se escogen una cantidad extensa de bancas (Clerici, 2014; Santoro, 2020). Sin embargo, las PASO no han sido efectivas en reducir la cantidad de partidos de orden nacional, cuyo número actual (654) se mantiene cercano al valor de 2009. Al mismo tiempo, las primarias suelen ser cuestionadas desde la opinión pública y algunos dirigentes políticos por su supuesta escasa utilización para resolver internas.

En este documento exploramos el uso de las primarias en los recientes comicios de 2021 haciendo énfasis en cómo se comportaron los principales partidos políticos frente a las mismas, y las consecuencias del uso de las PASO en la elección general. Para realizar este análisis focalizamos en las candidaturas de diputados nacionales en los veinticuatro distritos del país y realizamos una comparación con la anterior elección de medio término, los comicios 2017. 

Posiciones estratégicas frente a las PASO: Cambiemos, el FIT y el peronismo. 

Gary Cox (2004) planteó que frente a ciertos incentivos del sistema electoral tanto los electores como los partidos políticos pueden tener comportamientos estratégicos que les permiten maximizar sus preferencias en cada comicio. En el caso de los partidos, esto suele reflejarse en la conformación de alianzas electorales mostrándose más competitivos, mientras que los votantes optan por las fuerzas políticas mayoritarias y, por ende, más competitivas. 

Dos de las fuerzas políticas más relevantes de la actualidad son hijas de las PASO: el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT), que concluyó las elecciones primarias de 2021 como la tercera fuerza de orden nacional y que persiste como coalición desde su nacimiento en 2011, y Cambiemos, la alianza que llevó a Mauricio Macri al poder en 2015. Ambas coaliciones nacieron al calor de las primarias obligatorias: los partidos de izquierda se unieron para lograr superar el umbral del 1,5% de los votos y el PRO, la UCR y la Coalición Cívica encontraron en las PASO una alternativa para resolver la candidatura a Presidente de la fuerza política opositora al candidato del peronismo, Daniel Scioli. En los recientes comicios de 2021, a pesar del cambio de nombre a “Juntos”, Cambiemos no cambió tanto: los principales miembros que dieron origen a la coalición siguen formando parte del espacio. 

No sólo en términos de surgimiento estos espacios encontraron las PASO como una herramienta útil, también fueron los que más utilizaron las primarias para resolver candidaturas en las primarias de 2021. Mientras el peronismo presentó competencia interna en 9 de 24 distritos  (37,5%) para la categoría diputados, Juntos lo hizo en 19 de 24 (79%) y el FIT lo hizo en los 17 distritos donde los partidos de izquierda se presentaron en forma de alianza (100%) (no se presentó en Corrientes, Entre Ríos y Formosa). 

Si comparamos con las legislativas anteriores, el panorama es diferente: en 2017 el peronismo fue a internas en 13 de los 24 distritos (54%) mientras que Cambiemos lo hizo en 11 de 24 (46%) y el FIT optó por presentar listas únicas en todos los distritos.  

Tabla 1: Cantidad de provincias con competencia interna (más de una lista) en las PASO de 2017 y 2021 en el peronismo, el FIT y Cambiemos/Juntos. 

Fuente: Elaboración propia a partir de datos de la Cámara Nacional Electoral

De estos datos podemos obtener tres balances según cada fuerza política. En el peronismo la cantidad de distritos que tuvo internas fue estable, a pesar de encontrarse en el oficialismo o en la oposición. En términos cualitativos hubo seis distritos más propicios para las internas: tanto en 2017 como en 2021, Chaco, Chubut, Corrientes, Salta, Santa Fe y Tucumán tuvieron PASO con competencia. Con Cambiemos/Juntos el escenario es otro. Mientras que en 2017, siendo oficialismo, la competencia de listas internas en la coalición solo estuvo presente en menos de la mitad de los distritos, en la oposición, las pujas de poder de la coalición quedaron expuestas. Las PASO sirvieron para disputar liderazgos y protagonismo en la coalición tanto entre espacios internos del PRO, como también de los desafíos de la UCR por tener un rol más preponderante. Esto se vio reflejado en el armado de listas: en 14 de los 19 distritos que tuvieron competencia interna se presentaron tres listas o más. 

La izquierda en cambio, se engloba en otra lógica. Su comportamiento frente a las PASO parece responder en mayor medida a los debates internos y a la coyuntura de los miembros de la coalición. Al mismo tiempo, las estrategias de acuerdo o competencia interna se aplican de forma uniforme en todos los distritos: en 2017 el FIT decidió presentar listas únicas en los 23 distritos donde presentó precandidaturas a diputados nacionales, mientras que en 2021 habilitó la competencia interna en todos los distritos donde se presentó[2].

Ir a las PASO ¿Una actividad perjudicial? 

Las primarias tienen dos grandes críticas interrelacionadas; su costo económico y los reclamos por la poca utilización de los partidos políticos para seleccionar sus candidaturas (véase De Luca 2021). Ambas críticas tienen una respuesta. En primer lugar, el costo económico es inevitable en todo proceso electoral, así como también los datos contradicen su escaza utilización como herramienta para dirimir candidaturas[3]

Asimismo, los resultados de las PASO de 2019 y 2021 generaron un nuevo foco de cuestionamiento: las primarias pueden adelantar el resultado de la elección general. En ambos comicios fue un escenario complejo para los oficialismos ya que anticipó la derrota de ambos partidos de gobierno y una crisis al interior de cada una de las gestiones; en 2019 proyectaron la derrota de Mauricio Macri en su intento de relección y en 2021 expusieron las fracturas propias de la coalición de gobierno que desembocó en una semana con renuncias ministeriales y relanzamiento de la administración de Alberto Fernández.  

Lejos de ser una encuesta o un simple adelanto de los resultados de la elección general, las primarias son una votación aparte. En primer lugar, en ambas instancias se escogen postulaciones diferentes: en las primarias se eligen los precandidatos y precandidatas que luego competirán como candidatos y candidatas a cargos públicos, y en las elecciones generales se eligen a quienes ocuparán las bancas o los cargos de gobierno. En segundo lugar, la oferta electoral presentada por los partidos cambia en aquellos que presentaron más de una lista interna[4]. En tercer lugar, entre primarias y generales hay dos meses en las que las preferencias del electorado pueden reconfigurarse.

A continuación, nos preguntamos por lo sucedido en la elección de diputados nacionales de 2017 en el caso del peronismo[5] y Cambiemos ¿Se modificó el resultado desde las PASO a las generales? ¿Perdieron o ganaron votos? ¿Cómo les fue a las fuerzas políticas en los casos donde presentó competencia interna y en aquellos donde se presentaron unidas?[6]

Tabla 2: Diferencia entre votos obtenidos en las PASO y las elecciones generales en los comicios legislativos de 2017 por parte de Cambiemos y el peronismo.

Fuente: Elaboración propia a partir de datos de la Cámara Nacional Electoral

Observando la Tabla 2 de forma agregada el balance es que las dos fuerzas en la mayoría de los distritos aumentaron su caudal de votos en términos generales, pero también porcentuales; el promedio de los veinticuatro distritos arroja una leve mejoría para el peronismo, menor al 1%, y casi 6% más de votos para Cambiemos. Asimismo, el peronismo ganó votos en 15 de los 24 distritos y Cambiemos lo hizo en 20 de 24 distritos. 

¿Qué pasó donde se presentó competencia? En el caso del peronismo, de los nueve distritos donde hubo competencia, en seis (67%) tuvo una pérdida de votos entre ambas instancias de votación, y en tres ganó votos (33%). En Cambiemos el fenómeno fue similar, de los diez distritos donde presentó competencia interna, en seis (60%) ganó votos entre la PASO y la general y en cuatro perdió (40%).

De esta forma la conclusión a la que podemos llegar tiene dos metas. La primera es que en ningún caso el resultado entre las primarias y las generales fue rígido: tanto entre peronistas como no peronistas, hubo variaciones entre cada comicio. Dicho de otro modo, nuevos votantes apoyaron a ambas fuerzas en la elección general. Los motivos pueden ser dos: i) en las elecciones generales suele haber un porcentaje de participación mayor que en las primarias y al mismo tiempo, ii) las preferencias del electorado se reconfiguran entre ambas instancias de votación, ya sea por una posible revisión del voto (o un comportamiento estratégico en la opción de una fuerza política en la primaria y otra diferente en la general) o bien por la reducción de la oferta entre las primarias y las generales que lleva a que algunos partidos que se encontraban presentes en las PASO no estén en las generales y esos votos migren a otros partidos políticos.  Por otro lado, la participación en la primaria no afecta linealmente el desempeño en la elección general. 

Sin embargo, como resultado de los comicios de 2017 notamos que en algunos distritos hubo una pérdida de votos entre ambas instancias de votación en las dos fuerzas políticas. Una hipótesis frente a este escenario, es que las primarias, especialmente las altamente competitivas, alejen a parte del electorado que reconfigura sus preferencias de cara a la elección general[8]. Como afirmamos, esto demuestra que los votos obtenidos entre una instancia de votación y la siguiente pueden modificarse.  

Tabla 3: Participación electoral en elecciones primarias y generales para cargos legislativos (2011 – 2021).

Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Chequeado[9], CIPPEC[10] y la Cámara Nacional Electoral[11].  

Conclusiones 

Luego del flojo desempeño de Mauricio Macri en las PASO de 2019, en Cambiemos se expandió un slogan “lo damos vuelta”, y los resultados de la general acompañaron en parte este mensaje: Macri escaló del 32% de los votos recibidos en agosto al 40% en octubre. A Cambiemos no le alcanzó para mantenerse en la presidencia, pero demostró una importante recuperación.  Dos componentes podrían haber jugado un rol relevante: el aumento de participación (del 76% en la PASO al 80% en la general) y los votos recibidos desde terceras fuerzas, especialmente del peronismo disidente como Compromiso Federal en 2019[12]

Las recientes primarias fueron las que menores niveles de participación tuvieron desde su implementación: cerca del 66% por debajo del promedio del 74%. Como destacamos, en 2017, tanto el peronismo como Cambiemos ganaron votos en la mayoría de los distritos entre la PASO y la general. Sin embargo, también ambas fuerzas perdieron votos entre agosto y octubre, en el peronismo mayoritariamente en aquellas provincias donde hubo competencia interna y Cambiemos sólo perdió en algunos de los casos donde presentó más de una lista. Futuros estudios ayudarán a comprender las PASO, las elecciones generales de 2021 y sus respectivos impactos sobre el sistema político argentino. 

Bibliografía

Clerici, Paula (2014) “Aliados y contendientes. Dimensionando el fenómeno de la congruencia aliancista en Argentina (1983- 2013)”. Tesis (Doctorado) – Departamento de Ciencia Política y Estudios Internacionales, Universidad Torcuato Di Tella, Buenos Aires, 2014.

Clerici, Paula, Facundo Cruz y Lara Goyburu (2020) “¿Fuego Amigo? El desgaste de las primarias competitivas en la Provincia de Buenos Aires”, en Revista de Ciencia Política, Vol. 40 Nº1 pp. 1 -26.

Cruz, Facundo (2021) “¿Con qué te vas a encontrar mañana?” (11 de agosto de 2021). Centital. Recuperado de: https://www.cenital.com/con-que-te-vas-a-encontrar-manana/

Cox, Gary (2004) La coordinación estratégica de los sistemas electorales del mundo: hacer que los votos cuenten. Gedisa.

De Luca, Miguel (2021). “Un repaso sobre las PASO. Reglas electorales, selección de candidaturas y partidos políticos en Argentina”, Centro de Estudios para la Recuperación Argentina, abril. En: https://centrora.economicas.uba.ar/un-repaso-sobre-las-paso-reglas-electorales-seleccion-de-candidaturas-y-partidos-politicos-en-argentina/

De Luca, Miguel, Mark Jones y María Inés Tula (2008) “Revisando las consecuencias políticas de las primarias. Un estudio sobre las elecciones de gobernador en la argentina” en POSTData, No. 13, pp. 81-102. 

De Luca, Miguel, Mark P. Jones, y María Inés Tula (2009). “De internas, aparatos y punteros. La selección de candidatos a diputados nacionales en Argentina, 1983-2005”, en Freidenberg, Flavia y Manuel Alcántara Sáez (editores), Selección de candidatos, política partidista y rendimiento democrático, Tribunal Electoral (Distrito Federal, México), UNAM, Instituto de Iberoamérica (USAL), México DF: 269-298.

De Luca, Miguel y Andrés Malamud (2017) “¿Y ahora qué PASO, eh?”, en El Estadista, Buenos Aires, 14 de julio. Disponible en http://elestadista.com.ar/?p=12883 

De Luca, Miguel, y María Inés Tula (2011) Reglas electorales y dinámicas políticas en la selección de candidatos. Cambios y continuidades de Alfonsín a los Kirchner En De Luca, Miguel y Malamud, Andrés (coordinadores), La política en tiempos de Kirchner. Buenos Aires: EUDEBA.

Galván (2011) Rupturistas y disidentes Un estudio sobre las estrategias intrapartidarias en las facciones del PJ y la UCR (1983-2007). Trabajo presentado en el X Congreso Nacional de Ciencia Política de la Sociedad Argentina de Análisis Político (SAAP), Ciudad de Córdoba 27 al 30 de julio. 

Santoro, Ignacio (2020) ¿Menos partidos más democracia? Análisis del impacto de la incorporación de las primarias obligatorias en el sistema de partidos en Argentina. Elecciones, enero –diciembre, 19 (20), pp. 109 – 139. 


[1] Para explorar más estos casos véase De Luca, Jones y Tula (2009). 

[2] Es importante mencionar que desde su formación el FIT fue cambiando alguno de sus miembros como la reciente incorporación de Movimiento al Socialismo (MAS) y la expulsión de una parte de su dirigencia histórica como Jorge Altamira, quien encabezó una lista bonaerense bajo la sigla Política Obrera y obtuvo el 0,33% de los votos. 

[3] Más allá de los comicios 2021, desde su primera implementación todas las provincias tuvieron al menos una fuerza política que presentó competencia interna para el cargo de diputado nacional (Cruz, 2021). 

[4] También podría cambiar por otros motivos, como impugnaciones de listas, candidaturas que deciden no presentarse u otros imponderables. 

[5] En el peronismo, en todos los casos se priorizo el armado del PJ para contabilizar a excepción de Neuquén y Buenos Aires donde se cuenta a Unidad Ciudadana. En Misiones se contabilizó al Frente Renovador de la Concordia y en Santiago del Estero al Frente Cívico por Santiago. 

[6] Un análisis similar se hizo en De Luca y Malamud (2017) donde muestran que en los comicios de 2011, 2013 y 2015 para el cargo de diputado nacional, las fuerzas políticas que tienen menores expectativas de acceder a las bancas ven reducido su caudal de votos entre la elección primaria y la general.

[7] A pesar de que porcentualmente el Frente Justicialista Para la Victoria ganó 1,1% de votos entre las PASO y la general, en términos nominales pierde alrededor 4.032 votos en un contexto donde la participación aumenta desde 217.011 votantes en las PASO a 223.282 en las elecciones generales (6.271 votantes nuevos), los votos en blanco se reducen en 1.049 y el resto de las fuerzas políticas ganan votos entre ambos comicios. De esta forma se llega a la conclusión que a pesar del porcentaje ser positivo, el peronismo perdió votos. 

[8] Para más desarrollo de como las primarias pueden afectar la elección general véase De Luca, Jones y Tula (2008) y Clerici, Cruz y Goyburu (2020). 

[9] “Elecciones 2019: votó el 80,8% del padrón, ¿cómo varió la participación respecto de elecciones anteriores?” (29 de octubre de 2019). Disponible en: https://chequeado.com/el-explicador/elecciones-2019-voto-el-808-del-padron-como-vario-la-participacion-respecto-de-elecciones-anteriores/

[10] “Datos – Participación en elecciones nacionales”. Disponible en: https://oear.cippec.org/datos/participacion/

[11] Datos en base a los resultados del escrutinio provisorio. 

[12] “Otra mirada de la elección presidencial” (6 de noviembre de 2019). Disponible en: https://oear.cippec.org/novedades/otra-mirada-a-la-eleccion-presidencial-2019/