Desempleo juvenil: un problema mundial y una constante en Argentina

Desempleo juvenil: un problema mundial y una constante en Argentina
Según la ONU[1], el mercado laboral regional sufrió una caída del 9% en la ocupación. Además, se produjo una fuerte caída en la participación laboral de las mujeres, con un 46,9% de desempleo en 2020, una cifra similar a la registrada en 2002. 

En nuestro país, la pandemia representó un golpe aún peor. El mayor impacto tuvo lugar en el segundo trimestre del año pasado, coincidiendo con la adopción de las medidas más restrictivas a la circulación y la producción en el marco del ASPO. En ese trimestre, el PBI sufrió una reducción de 15,8% y la desocupación, a nivel general, alcanzó al 13,1% de la población en ese período. Actualmente el desempleo alcanza al 10,2% de la población (INDEC).

Desempleo juvenil

En ese contexto, el desempleo juvenil es uno de los principales desafíos estructurales del país y una constante de larga data que se profundizó en este último tramo por la situación del COVID 19. 

De acuerdo con los últimos datos del INDEC, en el primer trimestre de este año la desocupación se ubicó en 12,3% para las mujeres, mientras que para los varones fue de 8,5%. En el rango de entre 14 y 29 años, la desocupación asciende para las mujeres el 24,9%, por encima del 23,9% de igual período del 2020, mientras que en varones alcanza el 17%, por debajo del mismo trimestre del año pasado (18,5%).

El más alto de la región

Un informe del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC)[1] estipula que la Argentina es el país con mayor desempleo juvenil del Cono Sur. El desempleo afecta más a los jóvenes argentinos que a los adultos. Según datos del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, casi un cuarto de los jóvenes argentinos de entre 16 y 24 años estaba desempleado en 2017 (24,7%), mientras que el desempleo general era del 8,7%. Es decir, la tasa de desempleo en los jóvenes casi triplica a la de la población adulta en general y viene ampliándose desde 2004. La Argentina es el país con mayor desempleo juvenil del Cono Sur, por encima de Uruguay (24,5%), Chile (16,8%), Paraguay (12,8%) y Bolivia (6,6%). 

Por otra parte, el estudio nos demuestra que el desempleo afecta más a los jóvenes que más necesitan trabajar: los provenientes de hogares de menores ingresos. Mientras el 26% de los jóvenes del quintil más bajo de ingreso está desempleado, solo el 9% de los jóvenes del quintil más alto está en esa situación. El género es otro predictor de vulnerabilidad laboral: el 25% de las mujeres jóvenes están desempleadas frente al 15,4% de los varones.

Informalidad, otro tema

Asimismo, otro detalle no menor que permite visualizar la problemática a tratar es el alto nivel de informalidad al que los jóvenes están expuestos. El trabajo de CIPPEC además resalta que seis de cada diez jóvenes que trabajan lo hacen de forma precaria, es decir, en la informalidad. Sin embargo, a menudo ganan el salario mínimo o menos, trabajan por jornadas extendidas, en situaciones insalubres y sin protección social (sin vacaciones pagas, licencias por estudio, por maternidad o paternidad en caso de tener un hijo, ni aportes jubilatorios).

Esto último tiene consecuencias graves para el futuro de los jóvenes. Según el informe, la informalidad del primer empleo es un predictor importante de trayectorias de exclusión: impacta negativamente sobre los ingresos futuros, sobre la probabilidad de tener un trabajo decente y de acceder a la jubilación.

En todos los países, salvo algunas excepciones, es difícil la transición de los jóvenes desde la secundaria al mercado laboral. En nuestro país la educación está dirigida para aquellos que quieren acceder a una carrera universitaria e incluso a veces la propia dinámica conlleva falencias estructurales. Por lo tanto, debemos generar herramientas para integrar la educación secundaria con el mercado laboral, teniendo en cuenta los casos en los que las personas no quieran seguir un estudio superior pero sí trabajar.

Para poder llevar adelante un avance en cuestiones de empleo juvenil, es menester trabajar sobre el crecimiento económico general del país, el acompañamiento de los jóvenes en su transición al mundo del trabajo y la contención de los mismos con ayuda de marcos regulatorios apropiados para el buen desarrollo laboral. 


[1] (https://www.cippec.org/textual/la-argentina-es-el-pais-con-mayor-desempleo-juvenil-de-la-region/)


[1] (https://www.cepal.org/es/publicaciones/47192-estudio-economico-america-latina-caribe-2021-dinamica-laboral-politicas-empleo)