Por Miguel De Luca

La coalición de centro derecha obtuvo un contundente triunfo en las elecciones parlamentarias celebradas en Italia el pasado domingo 25 de septiembre.

La alianza electoral forjada entre los partidos Fratelli d’Italia -liderado por Giorgia Meloni-, Lega de Matteo Salvini, Forza Italia de Silvio Berlusconi y otras fuerzas menores consiguió el 43,8 por ciento de los votos, superando la mayoría absoluta en ambas cámaras: 235 bancas de las 400 de Diputados y 112 de las 200 correspondientes al Senado (ver Gráficos 1, 2, 3 y 4).

Gráfico 1: Italia elecciones 2022 – Nueva composición de la Cámara de Diputados

Gráfico 2: Italia elecciones 2022 – Nueva composición del Senado

Gráfico 3: Italia elecciones 2022

Nueva composición de la Cámara de Diputados y del Senado por coaliciones y partidos políticos

Nota: Los totales por bloque y partido difieren ligeramente respecto de los gráficos 1 y 2 porque se trata de un estimado. Todavía no concluyó el escrutinio definitivo.

Gráfico 4: Italia elecciones 2022 – Bloques partidarios y líderes políticos

Tras la oficialización de los resultados se abrirá el proceso de formación del gobierno, que en la península suele ser largo, tortuoso y con algún que otro toque inesperado. Es que en Italia, como en todo sistema parlamentario, el gobierno no surge directamente de las urnas sino de los arreglos entre los bloques legislativos partidarios. Y, a falta de compromisos, entra a tallar la figura del presidente de la república, más relevante desde que la caída del Muro de Berlín y Mani Pulite provocaron la implosión del sistema partidario característico de la segunda posguerra (1946-1994).  

Pero aunque la cabeza de lista del partido más votado puede no convertirse en primer ministro, lo cierto es que en las proyecciones larga en punta para el cargo la actual diputada Giorgia Meloni, dada la notable diferencia entre los votos cosechados por Fratelli d’Italia y los de sus socios de coalición (26% para el primero, 8% para cada uno de los otros). En los números por bloque, en cambio, el de la Meloni apenas supera a la suma de las bancadas de Salvini y Berlusconi y muy probablemente los dos últimos líderes harán valer esta correlación en la puja por los cargos ministeriales.

Este escenario es doblemente inédito en la historia política de la república italiana. De confirmarse los pronósticos, Meloni sería la primera mujer en desempeñarse como jefa de gobierno del país y Fratelli d’Italia, un partido de extrema derecha creado hace apenas una década e inspirado por el lema “Dios, Patria y familia”, estrenaría credenciales como partido oficialista. Todo esto en un octubre en el cual entre el 27 y el 31 se cumplirá cien años de la Marcha sobre Roma y la instalación del régimen fascista guiado por Benito Mussolini.

Fratelli d’Italia (“Hermanos de Italia” es la estrofa inicial del himno patrio escrito por el poeta Goffredo Mameli en 1847) se reconoce en la tradición del partido neofascita Movimiento Social Italiano (1947-1995) y de su sucesor, el post-fascista Alianza Nacional (1995-2009), y surgió en 2012 por la iniciativa de un grupo de dirigentes (Ignazio La Russa, Guido Crosetto y la propia Meloni), disconformes con las posiciones cada vez más moderadas del líder de estas dos organizaciones políticas, Gianfranco Fini (ver Gráfico 5). Hasta esta votación, los apoyos electorales ubicaban a Fratelli d’Italia bastante detrás de sus socios de centro derecha: en le elezioni politiche, por ejemplo, apenas 2% en 2013 y 4,4% en 2018 (ver Gráfico 6).

   Gráfico 5:

Del Movimento Sociale Italiano a Fratelli d’Italia

   Gráfico 6:

Desempeño de Fratelli d’Italia 2013-2022 (elecciones nacionales y europeas)

Aunque tanto en los comicios parlamentarios de 2013 como en los de 2018 Fratelli d’Italia compartió listas con Forza Italia y la Lega, invariablemente, y a diferencia de sus socios electorales, se mantuvo como opositor a todos los gobiernos de la última década (desde los encabezados por el Partido Democrático y hasta el de unidad nacional comandado por el tecnócrata Mario Draghi, pasando por las experiencias guiadas por Giuseppe Conte con el apoyo del Movimiento 5 Estrellas). Tal postura le permitió sacar ventaja en esta coyuntura: el electorado no podía adjudicarle responsabilidad alguna por las expectativas defraudadas en los últimos tiempos ni por el complicado panorama socioeconómico del país. Más aún cuando la oferta de estas elecciones 2022 incluía cuatro ex primeros ministros: Berlusconi (1994-1995, 2001-2006 y 2008-2011), Letta (2013-2014), Renzi (2014-2016) y Conte (2018-2021).

La coalición de centro izquierda liderada por el Partido Democrático, otras fuerzas progresistas y ambientalistas menores (como Più Europa de Emma Bonino y Articolo Uno de Roberto Speranza) y Compromiso Cívico de Luigi Di Maio, ex líder del Movimiento 5 Estrellas, cosechó 79 bancas en la Cámara de Diputados y 41 en el Senado.

Derrotado por amplio margen, el Partido Democrático es el “gran perdedor” de esta votación. La conducción de Enrico Letta fracasó tanto en el armado político de su coalición electoral –cuando el sistema electoral premia a los acuerdos amplios– como en convocar a los votantes identificados con los valores democráticos, progresistas, europeístas y ambientalistas. Tras confirmarse en el escrutinio los pronósticos de derrota, Letta anunció que no se presentará para renovar su cargo de secretario general del PD en marzo de 2023.

Por su parte, aunque el periodismo lo resalta como uno de los “ganadores” de la jornada, entre los perdedores también debe contarse al Movimiento 5 Estrellas (M5E).

En 2018 el M5E emergió como la fuerza política más votada –un tercio del electorado– y con mayor poder político en el parlamento (ver Gráfico 7). Pero con el paso del tiempo entró en progresiva y acelerada descomposición. Desde 2018 y hasta mediados de 2022, de un total de 339 senadores y diputados que integraban los bloques del M5E abandonaron o fueron expulsados 160. En junio de 2022, la salida de su ex jefe político Luigi Di Maio con casi un tercio de los 150 diputados del M5E (agrupados luego en “Juntos por el Futuro”) se convirtió en la más grande ruptura de un bloque parlamentario en Italia desde 1946. En todo este tiempo, el M5E pasó de armar dos gobiernos liderados porGiuseppe Conte, su principal candidato en estas elecciones(el primero en coalición con la Liga, el segundo en coalición con el PD) a participar de un gobierno de “unidad nacional” guiado por Mario Draghi que, al quitarle su apoyo, provocó la convocatoria anticipada a las urnas.

El domingo pasado el M5E bajo la guía de Giuseppe Conte apenas cosechó 15,4 por ciento de los votos y 51 bancas en Diputados y 28 en el Senado.

Gráfico 7: Elecciones generales 2018 – Parlamento según bloques partidarios

Por último, cinco apostillas para completar la crónica.

*Por primera vez en la historia de la república las elecciones se celebraron en la segunda mitad del año y no en la tradicional época de primavera.

*También por primera vez el padrón de la votación para el Senado incluyó a los mayores de 18 años y no solamente a los mayores de 25.

*El total de cargos parlamentarios en competencia pasó de 630 a 400 en la Cámara de Diputados y de 315 a 200 en el Senado, lo cual redujo las posibilidades de los partidos más pequeños de acceder al parlamento.

*Aunque se comprimió el tamaño del parlamento, la votación se realizó con el sistema electoral de 2018 conocido como Rosatellum (por el diputado del PD Ettore Rosato, su promotor): 61 % de las bancas en distritos plurinominales distribuidas por fórmula proporcional entre listas cerradas y bloqueadas que superen el tres por ciento de los votos a nivel nacional, 37 % de las bancas en distritos uninominales asignados a simple mayoría y 2 % de las bancas para los “italianos en el exterior” repartidas proporcionalmente en cuatro distritos plurinominales pero con listas que habilitan el voto de preferencia. Cada partido obtiene una representación equivalente a la sumatoria de las bancas ganadas en los distritos uninominales y en los plurinominales: no hay mecanismos compensatorios (como sí los hubo parcialmente en el sistema electoral empleado entre 1994 y 2001).

*La participación en las urnas llegó al 64 %. Por primera vez en la historia de la república la concurrencia electoral se ubicó debajo del 70% (ver Gráfico 7).

Gráfico 8: Italia – Participación en elecciones generales 1948-2022