Los AgTech en Argentina: desarrollo reciente, situación actual y perspectivas.

Los AgTech en Argentina: desarrollo reciente, situación actual y perspectivas.
Las sociedades evolucionan y el mundo se transforma. La vida actual tiene mucho y poco que ver con lo que supo ser hace algunas décadas atrás. Los cambios son cada vez más vertiginosos y la tasa a la que progresa la tecnología se ha acelerado exponencialmente desde la invención de Internet. El cambio tecnológico ha sido, hasta hoy, clave en el desarrollo económico y social de la especie humana. Estas nuevas tecnologías pueden ser capitales en el relanzamiento del crecimiento económico que tantas veces se hace esquivo en nuestra región industrial y económica. 

Como bien lo definen investigadores del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP-UBA-CONICET), AgTech hace referencia a “servicios intensivos en conocimiento basados en tecnologías digitales para las diversas etapas de las cadenas agroalimentarias, desde la producción a campo hasta las fases de industrialización, logística y comercialización”. De este modo, este tipo de tecnología permitiría eficientizar el uso de herbicidas y riego, detectar enfermedades en cultivos o ganado de forma temprana, entre otras; como así también en las demás etapas de la cadena productiva como ser logística, trazabilidad, etc.

Si bien los países líderes en la materia son Estados Unidos y China, a nivel regional se encuentran Brasil y Argentina encabezando el desarrollo AgTech en Latinoamérica. En base a este novedoso nicho, Jeremías Lachman, Andrés López, y Sebastián Gómez, economistas de la Facultad de Económicas de la UBA, han llevado a cabo una investigación del sector, la cual arrojó interesantes resultados respecto al crecimiento que ha tenido en los últimos años. Los resultados de la misma pueden ser encontrados en http://iiep-baires.econ.uba.ar/publicacion/526

En primer lugar, haciendo un análisis exploratorio del ecosistema, se destaca que el 93% de las empresas que producen AgTech lo hacen de forma exclusiva. Pese a ser una industria naciente, no por ello carece de demanda, pues se caracteriza por aportar un alto valor agregado a la economía agropecuaria. Así, del porcentaje antes mencionado, el 80% cuenta con usuarios pagos en la actualidad, y una media de ingresos declarados de 325.000 dólares para 2018.

Algo que se destaca es la tasa de crecimiento del sector, considerando que la mitad del universo de empresas tiene menos de 5 años en el mercado. Aún tratándose de empresas jóvenes, ello no implica que no cuenten con las habilidades para insertarse en los mercados internacionales, contabilizándose así que el 41% del total de empresas han logrado exportar[1] en los últimos 3 años, ocurriendo la primera exportación al tercer o cuarto año de la creación del negocio. En este sentido, el AgTech se posiciona como una herramienta de extrema utilidad para las cadenas productivas del mercado interno, como así también, del mercado externo. 

Argentina es un país con crónica escasez de divisas. La diversificación en su matriz exportadora y la generación de valor agregado que permita abandonar la posición de productor de commodities (desde la concepción de “Granero del Mundo”) es un anhelo histórico. El sector analizado parece ser un impulso claro en esa dirección. Con un 97% de origen nacional, el 85% de las empresas analizadas surgieron de iniciativas propias, mientras el 10% y 5% restante nacieron a partir de otras empresas o institutos de ciencia y técnica, respectivamente. Observando la conformación de estas empresas, encontramos que las antiguas profesiones de los fundadores se concentraban en el sector agropecuario y sistemas. Es decir, el mercado argentino ha logrado aunar valor en dos áreas en las que cuenta con personal altamente calificado y dar origen a un sector de punta con capacidad de competir a nivel mundial.

Justamente la innovación está en los genes del AgTech, razón por la cual el 40% de las empresas que cuentan con ingresos tienen en su haber un presupuesto destinado a investigación y desarrollo (I+D), de modo de seguir eficientizando el rubro y conseguir posicionarse aún más.

Dado que tanto la creación como el crecimiento de la compañía requiere de capital, sumado a que se trata de un negocio con poca historia, aproximadamente la mitad de los casos requirieron transitar un proceso de incubación o aceleración a través de empresas especializadas en la materia[2]. Ello describe, en parte, la fisionomía del proceso de consolidación empresarial en un país que carece de mercados de crédito de largo plazo. No obstante, si bien buena parte de los inversores recibieron ayuda y/o capital de incubadoras y aceleradoras, el 75% del financiamiento proviene de aportes propios por parte de los socios. Luego, en orden de participación, le siguen fondos públicos nacionales o provinciales (41%), reinversión de ganancias (37%), inversores externos nacionales (37%), entre otros.

A modo de conclusión, los investigadores señalan que el sector AgTech no se trata de un puñado de firmas, sino una industria en proceso de consolidación que sorprende por su rapidez para alcanzar mercados internacionales. Por otro lado, se destaca la amplia diversidad de fuentes de financiamiento, con pocas inversiones, pero de gran magnitud. Por último, entre los principales obstáculos que se enfrentan se enfatiza la ausencia de una política continua de apoyo estatal, acompañado por la elevada volatilidad macroeconómica.


[1] Principalmente a Brasil y Uruguay.

[2] Potenciación y maduración de empresas e ideas innovadoras (Incubadoras y Aceleradoras).

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