Impacto de la segunda ola de la pandemia en las familias donde viven niños, niñas y adolescentes

Impacto de la segunda ola de la pandemia en las familias donde viven niños, niñas y adolescentes
El último informe de UNICEF demuestra los efectos de la pandemia en la falta de recursos para la compra de alimentos, las estrategias de cuidados preventivos y en las dificultades para mantener la educación en los hogares donde habitan niños, niñas y adolescentes.

Dada la situación de emergencia actual donde más de la mitad de los chicos/as viven por debajo de la línea de pobreza, continuar fortaleciendo los sistemas de protección social es clave para evitar que crezca la indigencia, sobre todo, entre los más jóvenes.

“La inestabilidad laboral de las personas adultas repercute fuertemente en la economía familiar y, en consecuencia, en el bienestar de la población infantil y adolescente”.

Luisa Brumana, Representante de UNICEF Argentina.

Principales hallazgos[1]

El 54% de las mujeres mayores de 18 años expresaron que desde el comienzo de la pandemia, la carga de trabajo doméstico y cuidados ha sido más pesada. Cuando salen a trabajar, el 10% de los niños/as se quedan solos/as en casa y el 7%, a cargo de un hermano/a mayor.

El 38% de los hogares atravesó situaciones de inestabilidad laboral durante el 2020 (44% entre las mujeres).

Al ser consultados por sus ingresos, el 56% de los hogares declaró que eran inferiores a los meses previos a la pandemia: este indicador se incrementa al 73% entre los hogares más pobres del país y al 60% entre perceptores de la Asignación Universal por Hijo (AUH) que en el 81% de los casos, destina este dinero a la compra de alimentos.  

El 39% de los hogares reciben la Tarjeta Alimentar y otros apoyos alimentarios. Sin embargo, esto no impidió que el 25% de los hogares se endeudase para comprar alimentos.  

Además de medir el impacto económico de la segunda ola, la encuesta exhibe datos sobre otras dimensiones como la educación, el acceso a Internet y dispositivos tecnológicos, crianza y salud mental. 

En educación, el 6% de los hogares afirmó que algún niño/a o adolescente que vive en el hogar abandonó la escuela durante 2020 y, el 19% de los que abandonaron, afirmó no haber retornado en 2021. El abandono tiene incidencia en todos los segmentos de la sociedad aunque afecta en mayor medida a los sectores más vulnerables de la población. 

Con respecto a la virtualidad escolar, un 58% de los hogares sostuvo que tenía conexión previamente a 2020, un 23% accedió a la conexión a Internet durante la pandemia y un 19% aún no tiene acceso. El 83% de los hogares que no tiene acceso corresponden a los dos estratos socioeconómicos más vulnerables del país. Por otro lado, el 47% de los hogares no cuenta con una computadora o tablet para la realización de las tareas escolares, con mayores desigualdades en NOA y NEA. 

En cuanto a la salud mental, cerca de la mitad de los hogares consultados en los que viven niños/as de hasta 6 años, manifestaron que los/as mismos/as sufrieron alteraciones con las comidas en los últimos 6 meses. Además, un 39% indica que tuvieron alteraciones en el sueño y el 27% dificultades en la comunicación. Los/as adolescentes manifestaron que se sienten angustiados/as (33%), asustados/as (25%) y deprimidos/as (18%). 

En contextos sensibles de transmisión del COVID-19 y la necesidad de interrupción temporaria de clases presenciales, es crítico avanzar rápido y de manera equitativa en la universalización y fortalecimiento de las políticas y recursos para garantizar la accesibilidad de clases virtuales, priorizando a los/as niños/as en situaciones de mayor vulnerabilidad. Asimismo, es menester sostener y fortalecer los programas de protección social que sirven de sustento para las familias que buscan cubrir las necesidades básicas frente al contexto de debilidad económica actual.


[1] Fuente: Informe Impacto de la segunda ola de la pandemia COVID-19 en las familias donde viven chicos y chicas, UNICEF. https://www.unicef.org/argentina/media/11191/file

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